HABLAN mucho de lo vulnerable que se sienten algunos arrendadores porque sus inquilinos no le pagan el alquiler, más ahora en estos tiempos de crisis. Según ellos, la justicia no les ampara, están indefensos. Parece que uno tiene que sentir hasta cierta lástima. Sin embargo, cuando alquilas una vivienda exigen una fianza, un mes de comisión para la inmobiliaria, tu vida laboral y un aval bancario de mínimo dos meses, y lo quieren ya. Y cuando llega el momento de extinguir el contrato y a pesar de que el inquilino ha sido honrado, ha cumplido su parte, pagado religiosamente y la vivienda sólo ha sufrido el desgaste de los años, el casero hace todo lo posible por justificar que su inquilino ha dejado el piso en un estado lamentable para no devolverle la fianza. ¿Qué ocurre entonces con ese arrendatario de a pie que sólo reclama lo que es suyo? Mucho ojito con esos caseros delincuentes.
Publicado hoy Jueves 7 de Junio de 2012 en "El Diario de Almería".
1 comentario:
Buena reflexión, Manuel. Saludos.
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