A Ismael Serrano.
La vida de Glen Hansard es la vida con la que soñamos muchos músicos hoy día. Ha dado giros salvajes y gloriosos en los últimos 5 ó 6 años. Fue el protagonista de la película "Once", un film de bajo presupuesto que triunfó en la taquilla, y cuya adaptación a Broadway acaba de arrasar en los premios Tony este 2012. Tanto él como su compañera de reparto Marketa Irglova se llevaron un Óscar a la mejor canción por "Falling Slowly". "Once" no contaba más que una historia de amor y de música, y se basó en lo que mejor sabe hacer Hansard, cantar canciones sencillas a muy corta distancia.
Pero hace mucho que Glen Hansard comenzó a llenar el aire con su voz. Quizá los agujeros y las heridas que tiene la caja de su guitarra, fruto de innumerables y feroces rasgueos, sean tan solo el reflejo de una vida cargada de desgastes y fuertes emociones. Pues Glen, en este nuevo disco (que celebro como una verdadera fiesta y como si anunciase el disco de un amigo) vuelve a hablarnos de la búsqueda de redención, los deseos más intensos, los amores no correspondidos y los errores que se vuelven a repetir.
No esperes escuchar en este disco un Glen desgarrador abultando la vena de su cuello, para eso debes recurrir a su catálogo anterior en discos como los de "The Frames". Éste es un álbum más resposado, quizá demasiado tranquilo, pero útil para curar heridas o calmar un día de furia. Pero no te preocupes, Hansard todavía sabe hacer temblar las vigas del techo en temas como "High hope" o "Bird of sorrow", aunque la intención es buscar la parquedad, con ciertos aromas pop, a fuego lento. Y todo bien hilvanado con finos arreglos de pedernal a piano y guitarra acústica. Sé que voy a escuchar este disco más de mil veces.
Para Glen Hansard, cuanto más tranquilo sea su océano musical, mejor.
Para Glen Hansard, cuanto más tranquilo sea su océano musical, mejor.
"Rhythm and repose" (2012), lo nuevo de Glen Hansard |
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