Aún estoy atesorando recuerdos y haciendo recuento de momentos que se quedarán para siempre en mi memoria sentimental. Han sucedido grandes cosas este fin de semana en Salamanca, y como he manifestado siempre, la música me ha permitido a acercarme a personas a las que quizá, si no llevara mi guitarra a hombros, jamás habría tenido oportunidad de cruzarme con ellas o disfrutar de encuentros tan intensos como el que he vivido en este Festival Benéfico de la ONG Amigos de Calcuta.
Para empezar el nombre de la ONG está bien escogido. Los miembros no sólo lo conforman buena gente, personas que son conscientes de que hay gente en otros confines de este mundo que necesitan nuestra ayuda, son además, buenos amigos entre ellos, y se reúnen y se juntan para planificar la próxima acción solidaria. El próximo viaje. Es por eso que sacrifican sus vacaciones, su tiempo en definitiva, para ir a los lugares más castigados por el hambre y proveer de ayuda médica y educación a los niños. Por eso organizan actos tan maravillosos como éste. Para recaudar dinero para esas ayudas que este año volverán a ser una realidad gracias a ellos.
Salamanca solidaria. Salamanca metropolitana y universitaria. Cariñosa y elegante. El pasado sábado a las 19:30 se congregaron más de 400 personas para disfrutar de un acto presentado por el poeta Salmantino, Raúl Vacas, no sólo poeta, sino maestro de ceremonias locuaz, maravilloso e impecable. Condujo con elegancia y maestría toda la gala. Primero salió a actuar la Agrupación Coral Annuba que hizo temas clásicos pero también contemporáneos, como Cantares de Joan Manuel Serrat o el Every Breath you Take del grupo The Police. Majestuoso. Después salió el grupo Etnómadas e hicieron otro derroche de talento y frescura ofreciendo un repertorio que iba desde el folclore Salmantino hasta múscas de tierras irlandesas. Una maravilla. Cada uno de sus componentes demostró con soltura que son capaces de manejarse con diversos instrumentos. En tercer lugar salió Mónica con el coro de niñas pequeña Annuba que ella dirige. Y qué puedo decir. Fueron las estrellas del espectáculo. Las niñas brillaron con luz propia ante el público, muy divertidadas. Y el público estuvo siempre cálido, cariñoso, cercano. Qué hermosa ovación le brindaron a las pequeñas. Y qué merecida.
Así que con semejante responsabilidad y emociones, era muy difícil mantener el pulso, presentarme por primera vez ante el auditorio salmantino. Salamanca era una de esas ciudades en la que “Peter Parker” no había podido poner el pie todavía. Por eso fue el doble de emocionante hablarles de la Alameda, de las utopías, de la Revolución y de bailar sobre nubes de cartón.
Pero lo mejor llegó al final. Mónica y la generosidad de las pequeñas del coro Annuba habían ensayado duro “Báilame el agua” y esperaban con nervios a ese tipo con barba que salía en su vídeo disfrazado de conejo. Y por si esto fuera poco, mi hija Ana esperaba con impaciencia saltar conmigo también al escenario ataviada con la misma camiseta que llevaban las niñas de Annuba. Qué más puede pedir un padre que se dedica a esto. Hasta el sábado no era consciente de que mi hija se supiera tan bien todas mis canciones. Es difícil describirlo...
Mi hija Ana (rodeada en un círculo en rojo) acompañó al coro de niñas de Annuba y a mí a cantar "Báilame el agua". |
Además de darte las gracias a ti, también quiero dárselas a Mikel (Miguel), a Mónica, por el trabajo del coro y el detallazo increíble y sorpresa del domingo, a Pilar, a Chus, a Chema (Universidad de Salamanca) por sus obsequios, que no eran necesarios. A Jara por el vídeo y por darme la sorpresa de aparecer allí, yo sé que mi música nunca ha estado a la altura de las circunstancias, pero sé que poco a poco te acabaré gustando… ;-P Y a Raúl Vacas porque sé que vamos a hacer algo juntos dentro de muy poco en Madrid, en Sevilla o donde sea, por embaucarme rápidamente con su sensibilidad y dar la importancia que se merece a la palabra poema.
Mandarle un beso a Fernando G. Lucini por su generoso “cuelgue”,andaba nervioso por saber qué había pasado, a pesar de encontrarse en el Hospital cuidando de Tonona, su mujer, ingresada por un cólico. Os mando a los dos un beso enorme, Fernando. Ya sabéis que os quiero. Y que podéis sentiros tremendamente orgullosos de vuestra hija. Es un cielo.
Un aplauso final en esta entrada y un saludo solidario al público salmantino. Por su ejemplo, por dar una lección de generosidad en estos tiempos convulsos, de crisis, por entender que la verdadera crisis se sufren con mayor crudeza en otros mundos como La India o Siria, en estos días.
La música, a veces, te proporciona regalos de valor incalculable como el acontecido este pasado sábado, Salamanca fue Calcuta durante un par de horas, y los sueños, cosas que se hacen realidad.
10 comentarios:
Oye, ¿que dices tú de altura ni altura?
Fue un placer volver a encontrarte tanto tiempo después... y más en ese contexto.
Y sí, doy fe, las pequeñas de Annuba se sabían los coros, pero Ana no paró de cantar desde el primer verso, lindísima ella.
Un beso y mucha música,
Jara
Grande, Manuel.
Gracias por compartirlo. En un lunes gris me emocionaste. La vida vale la pena sólo por estas cosas, aunque sean fugaces.
Un abrazo.
Pedro (cuartoymitad)
Felicitaciones por los buenos momentos vividos.
Fue un verdadero placer contar con su música. Gracias por darnos la posibilidad de conocerte. Belén (Coralista de Annuba)
Gracias, Manu, fue un día graaaande. Todavía estamos en una nube. Espero que haya muchos más. Un beso a la nena. Es maravillosa.
Mikel
Hoy vale más el presente, que todo lo vivido. Enhorabuena. Ya conoces el camino, no tardes en volver.
Un saludo.
Pasaba yo por aquí para ver lo que había publicado el bueno de Manuel y me encuentro con esto...
Que te voy a decir que no sepas ya. Si esa canción ya de por si emociona, escuchar el estribillo en las voces de esas niñas te deja un nudo en el estómago y te pone la piel de gallina. Lo de tu hija ya ha sido tremendo, me he emocionado hasta yo, no te imagino como estarás tú jejejeje.
Un orgullo y algo digno de admirar que colabores siempre en iniciativas solidarias, aquí, allá y donde haga falta. Eso te hace grande Manuel.
Un fuerte abrazo.
No podía ser de otra manera. La tarde, mágica. Y por lo que percibo, tres días después, la energía que se movió en el teatro aún resuena.
Un abrazo y gracias por hacerlo todo tan fácil.
Un beso a la pequeña hada...(las pequeñas la esperan en el próximo ensayo).
La energia como dice Monica resuena y lo hara por mucho tiempo...
Dicen que los amigos son la familia que se escoge...por eso somos Amigos de Calcuta...una familia de la que formas parte...
Un beso enorme.
Maite
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