ABRUMADO estoy por la intrepidez de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno, porque dicen que asistió a algunas de las asambleas del 15M disfrazada con vaqueros y una gorra. Ella lo niega. Supongo que en aras de saber qué es lo que se cocía desde dentro, así se desactiva un sistema. Desde entonces no pude evitar fantasear con que la delegada se quedase también de madrugada para alzar bien las manos, gritar las consignas revolucionarias de marras y recogerse esa melena rubia mientras que la policía intentase desalojar la plaza. Y cuando el cansancio pudiese con ella, arrimar cebolleta dentro de una tienda Quechua en pleno centro de Madrid. La noche más bella. El descanso para la próxima revolución. Querida delegada, la invitamos a volver, no venga de incógnito, le haremos un hueco y vivirá con nosotros la auténtica realidad. Soñamos con otra sensibilidad política. Otro mundo es posible.
Publicado hoy martes 17 de Mayo de 2012 en "El Diario de Almería".
1 comentario:
Muy bueno, Manuel.
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