Rafa Nadal volvió a perder en una final contra Djokovic por tercera vez consecutiva. El número uno del mundo, a pesar de estar arropado por decenas de banderas rojigualdas, cedió esta vez en casa y en su mejor escenario: la arcilla. El serbio estuvo intratable e imbatible. Nadal golpeaba su raqueta como un guerrero que se enzarza contra las llamas de un dragón. Y sí, quizá haya perdido de nuevo, pero nadie asume la derrota con tanta caballerosidad y elegancia como él. Hay que saber ganar, pero más aún, hay que saber perder y nuestro tenista de Manacor estrechó la mano de su rival y agradeció el enfrentamiento. Saludó a los jueces con la misma humildad. Quizá no haya nadie en la historia del tenis y del deporte español capaz de equipararse a él en esa madurez férrea para encarar la derrota. Djokovic caerá. Nuestro héroe espera el momento de encontrar su talón de Aquiles. No te rindas, Rafa.
Publicado hoy martes 10 de Mayo de 2011 en "El Diario de Almería"
No hay comentarios:
Publicar un comentario