A la musa que habita en estas tres quintillas.
Invítame a ser abrigo
respira el rumor del viento
eres brújula y camino
nado hoy por tu ombligo
en aras de ser tu fuego.
Báilame el agua, dulce
amasa mi carne ajada
yedra que sí me conduce
oro que siempre reluce
nívea es tu piel de hada.
Pétalos, cuarzo, canción
Incienso de hierbabuena
nada es casual en tu voz
todo tu cuerpo es ciclón
ondina tibia de arena.
2 comentarios:
Muy bonito, amigo Manuel. Me ha gustado mucho lo del abrigo... Un fuerte abrazo!
Incienso de hierbabuena....
bonito poema
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