SI quieres conocer la cifra son 215 los millones de niños que trabajan en todo el mundo. Terrible si tenemos en cuenta que trabajan de sol a sol y que se quedan sin escolarizar, sin disfrutar de ese pequeño placer que debería otorgar la infancia: Jugar. Y si estos niños no juegan no es porque no quieran sino porque los gobiernos lo permiten y no destinan los fondos necesarios para cubrir las ayudas a sus familias o invertir un porcentaje del gasto a su escolarización. Además, muchos de estos niños sufren abusos en estos puestos de trabajo, lesiones por el riesgo al que están expuestos, y todo por un mísero sueldo que oscila entre los 6 y los 12 Euros al mes. Escalofriante. Y ya ves, en esos países pobres hay tipos que conducen coches de lujo y viven en la opulencia más obscena mientras los niños trabajan sin descanso y sin la esperanza de que Peter Pan vuele una sola vez por sus ventanas.
Publicado hoy Martes 24 de Enero de 2012 en "El Diario de Almería".
2 comentarios:
"En el fondo, no hay otro país más que el de la infancia".
R. Barthes
La realidad es triste conocerla la verdad.
Un saludo,
Nel
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