miércoles, 16 de marzo de 2011

Cuando tenga 64

Como rezaba la canción de The Beatles
Cuando envejezca y haya perdido
El flequillo
Y la melena que tanto te gusta acariciarme
¿Me seguirás queriendo?
Cuando llegue ebrio y cansado a las 3 de la mañana
O la espalda no pueda soportar
El peso del mundo
La mala educación
Los ruidos del vecino
O las bolsas del supermercado
¿Me seguirás necesitando?

Quizá mi voz suene más ronca
Más quebrada y arenosa
Y en dos pequeños nidos arrugados
Sigan mis ojos tiritando
Al verte llegar.
El tiempo también habrá pasado por ti
Pero pídeme que me quede a tu lado
Y te diré que sí.

En Navidad me gustará cantarles a mis nietos
Todos mis grandes éxitos de juventud:
“No todo está perdido”
“A esta primavera...:”

Y ellos me dirán, como mi hija me dice ahora:
“No cantes más, abuelo”.
Cuando caiga rendido en el sofá
Antes de la cena…
¿Me seguirás queriendo?

Cuando tenga que pasar consulta
Porque, ¿sabes? Mi próstata no siempre
Será una pieza alemana de gran precisión
Mi vejiga dejará de ser motor de agua.
Cuando me hagan un examen rectal
Y me siento como un ciervo herido
¿Agarrarás mi mano? ¿Secarás mis lágrimas?
¿Borrarás mi miedo?

Porque el tiempo corre como los conejos
Ya lo decía el viejo Dylan Thomas,
Y esto está a la vuelta de la esquina, amor.
Cuando tenga 64
¿Alquilaremos una casa en Cazalla?
¿En Vejer de la Frontera?

En las noches más frías del invierno
cuando entre lágrimas
eche de menos a mis padres,
Cuando tenga helados los huesos
¿Me darás calor? ¿Te arrimarás a mí?
¿Me faltará tu aliento? ¿Tu sonrisa?
¿Me faltará tu abrazo
Cuando tenga 64?

4 comentarios:

Miguel Cobo dijo...

¡Qué bueno, Manuel! Hoy has tejido una tela con seda de arácnido para enredarnos al tiempo y a las preguntas que nos plantea su paso desde la vulnerabilidad de la edad, que corre velozmente con una falsa apariencia de lentitud, de levedad del ser, que diría Kundera. Yo me voy a hacer todos esos cuestionamientos; mejor dicho, se lo voy a preguntar a ella , pero...¡desde los 61! A 3km. de la meta que has marcado. No sé si conoces dos textos que me han "tocado" muy especialmente. Uno es el poema "Las velas" (creo que ese es el título, cito de memoria) de Kavafis y otro una novela que te recomiendo: El desierto de los tártaros de Dino Buzzati. Aunque todavía eres tan joven...


Un abrazo, Manuel

MIGUEL ANGEL dijo...

Que zarpazo a los sentimientos tan sutil, tan certero y tan dulce pero desgarrado, como un delicado colibrí, sobrevolando alrededor de nuestra vulnerable y frágil cabecita, sostén de tantas sensaciones a lo largo de nuestra enredada tela de existencia, tejida con las palabras de tus pensamientos. Que vértigo pensar en todo lo que narras me da a veces!!!!!
Sublime,, amigo Cuesta, como todo lo que nos trasmites.

Rodolfo Serrano dijo...

Sí, Manuel, siempre habrá quien te quiera. No lo dudes

VICTOR ALFARO dijo...

Qué bonita Manuel. Una poesía fantástica. Por cierto, déjame hacerte una recomendación. Hay una obra de teatro en el Compac Gran Vía que se llama FOREVER YOUNG y está dirigida por Tricicle. Manuel, te la recomieno muchísimo. Creo que te vas a reír, te va a gustar y tiene que ver con lo que has escrito. Y con la música.
Abrazos!